
Con cierto tono épico, el diputado sanducero del PN, Fermín Farinha, exsecretario de la Intendencia, aprovechó la tribuna del Parlamento para celebrar, el 16 de setiembre, los 25 años de la obtención de la medalla olímpica de plata en Sydney, Australia, por parte del ciclista Milton Wynants .
El legislador destacó la “garra” del sanducero. Este uruguayo aquel año 2000 subió al podio detrás del español Joan Llaneras y antes del ruso Alexei Markov. Fue la última medalla olímpica uruguaya obtenida, para dar aún más el carácter épico a la hazaña.
En el evento participaron autoridades del comité olímpico, del ciclismo, familiares, intendente Olivera y otras autoridades departamentales.
Este merecido homenaje, que de alguna manera es un premio a la constancia y el esfuerzo, se complementó con un símil organizado en Paysandú.
Wynants dijo a los medios, -que ese día pusieron sus cámaras y micrófonos y se acordaron de el- , “que cada aniversario revive la emoción de aquel día”. Recordó “que guarda la medalla en su casa y la valora como una hazaña imborrable, premio a “los sacrificios y el amor por el deporte”. Para el “ver la bandera uruguaya ondear en Australia fue el disfrute más grande que un deportista puede tener” y dejó un mensaje a las nuevas generaciones: “No hay nada imposible, los logros llegan cuando uno deja todo y no busca pretextos. El esfuerzo es la base de todo”.

El actual diputado y la propia Intendencia parecieron resarcirse, por ejemplo, del rol marginal que le asignaron a éste olímpico en ocasión de la reinauguración del Estadio cerrado 8 de junio. Aquel día, con tinte electoral y presencia del entonces presidente, Wynants repartía folletos y jamás fue mencionado ni estuvo en el palco. Es verdad que la Intendencia de Paysandú le asignó la escuela de ciclismo. No es menos cierto que el mismo 8 de junio, tal vez, debió llevar su nombre. Pero Wynants no tiene “quien le escriba”.