
El carnaval electoral del 2019, último año del gobierno encabezado por Luis Alberto Alejandro Aparicio Lacalle Pou Herrera Brito del Pino, se “olvidó” de pagar varias cuentas, dejó “varios muertos” y endeudó al país, lo cual limita la gestión de actual gobierno que, al no querer tocar los poderosos, hace malabarismo para atender reclamos y, de alguna manera, se enfrenta a su base social.
Los legisladores harán filigranas para atender (nunca lo que se pide) los reclamos para el fortalecimiento de la UTEC y de la descentralización universitaria; planteo de los fiscales; JUTEP e ingreso a la administración pública. Con el Congreso de intendentes ya se selló un acuerdo.
Con mucho de oportunismo, no obstante cumplir su rol, el PN. -que no asimila que perdió las elecciones-, y encabeza y conduce la oposición, criticó el presupuesto, mencionando que el FA lo que hizo fue “prepararse para ganar y no para gobernar”. Algunos sectores del Partido hacen mucho ruido con su radicalización.

Medidas tímidas.
La central sindical, cuando estuvo en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, manifestó que la propuesta presupuestal presentaba “más elementos de continuidad que de transformación. No obstante, destaca que el gobierno “explora medidas tributarias tímidas”, pero que van “en la dirección correcta”.
La central explicitó que “no aparece mención a la necesidad de una estrategia nacional de desarrollo; no hay mirada vertical de política industrial; no se trata la brecha de inversión en ciencia y tecnología ni la del número de científicos por habitante; no hay objetivos explícitos de desarrollo territorial equilibrado”, argumentó la central.
Para el país y vastos sectores, el déficit fiscal heredado, de 4,1% del producto bruto interno (PBI) es una severa limitante que embreta al gobierno. No dejan pasar el hecho que es una “inadmisible discriminación” la que se le hace a la UdelaR. La central obrera maneja la posibilidad de un paro general. Son muchas las Instituciones y sectores populares que plantean cuestionamientos.

Para mitigar tal propósito, los recursos son los que pusieron, el FA ha decidido salir con sus legisladores y ministros, por todo el país, a defender el presupuesto y explicar la herencia. El gran problema, y está Argentina como dramático testigo, es el descreimiento con la política; extremo que mina la democracia y hace emerger aventureros que corren por derecho.