
Al influjo de las organizaciones del hábitat el primer lunes de octubre se reivindica el día mundial de Los Sin Techos, recordando, que solo en América L
atina, millones de personas “viven” en forma indigna y que ello es fuente de enfermedades, muertes infantiles (y adultas), captación del narcotráfico y expulsión de la ciudad consolidada.
En Uruguay baste decir que subsisten más de 607 asentamientos irregulares involucrando unas 250 mil personas. Para las Naciones Unidas ese lunes es el “Día mundial del Hábitat” y lo entienden “como una oportunidad para reflexionar sobre el estado de los pueblos y ciudades, así como sobre el derecho básico de todas a una vivienda
adecuada”. Aquí el acceso a la vivienda es un derecho constitucional, largamente ignorado. Mientras se reflexiona, -cuestión relevante-, las organizaciones vinculadas al hábitat ganan las calles y articulan entre ellas, sabiendo que la ciudad también es un espacio en disputa y que los derechos no se mendigan.
Varios factores explican esta dolorosa realidad, muy latinoamericana; entre ellos una ciudad expulsora, especulación con la tierra, Estados desertores, etc.

Estudiosos mencionan la centralidad de aspectos económicos “para comprender la formación de nuevos asentamientos. El factor determinante sería el costo de las viviendas y del suelo formal, además de su escasez en algunas localidades”. En tal sentido es vital la intervención del Estado y las Intendencias en el mercado de la tierra. Académicos entienden, que de hecho, “los hogares más vulnerables realizan una comparación entre el costo de la vivienda y el suelo urbano en el mercado formal (con alto costo y escasa oferta), respecto del “costo cero” o muy bajo del suelo en la ocupación irregular. Esta comparación se aplica tanto para la compra como para el alquiler formal”.
Este tipo de actividades, además de reportar generalmente bajos ingresos, no permiten conformar un escenario de estabilidad económica, ni tampoco utilizarlos como garantía para la compra o alquiler de vivienda. En cualquier caso, se trata de población con muy bajos ingresos.

Por estos territorios, FUCVAM, el 6 de octubre, a las 18.30 hs, en la emblemática y montevideana Plaza Libertad, realiza concentración y acto; oportunidad de reivindicar su plataforma en momento donde el Parlamento discute la asignación de recursos para las distintas políticas. El gobierno habla “de un presupuesto de izquierda”, -lo cierto es que la sábana, fruto de la desastrosa gestión del gobierno anterior que tiene el tupé de pedir cuentas-, es corta y el Poder Ejecutivo no quiere tocar a los acumuladores. El gobierno dijo que dará, -en materia de vivienda-, prioridad a los más vulnerables y a las jefas de hogar (también están en las cooperativas dichos sectores) La pregunta que hacen las organizaciones es de dónde saldrá la plata.
Octubre que ya se reivindica como mes de los Sin Techos para las organizaciones del hábitat, que trasciende la vivienda, verá infinidades de actividades y movilizaciones teniendo como marco diversos actores (universitarios, técnicos, vecinales) en todo el territorio nacional y latinoamericano.